Terapia Familiar

La terapia familiar tiene como objetivo transformar la participación emocional y todos aquellos factores emocionales que impiden el correcto funcionamiento del núcleo familiar en un recurso precioso para superar estas dificultades. La comunicación y la contribución de cada miembro son fundamentales: los miembros pueden tener enfrentamientos y llegar a crear situaciones de angustia que, sin la ayuda de un terapeuta, no se pueden resolver

Qué es la Terapia Familiar

La terapia familiar es un espacio de crecimiento personal y mayor conocimiento de las dinámicas y los sentimientos, relaciones y alianzas que existen en cualquier contexto familiar. El proceso terapéutico consiste en hacer sesiones con todos los miembros del sistema familiar juntos, así como sesiones individuales con cada miembro para ver distintos ángulos de relación y de posibles vinculaciones tóxicas o patológicas.

El fin es poder evolucionar cada miembro de manera sana y autorealizante, y disolver o erradicar patrones antiguos insanos de relación, así como para comprender y controlar mejor las constelaciones familiares que vienen de atrás a la familia nuclear, es decir abuelos y bisabuelos, cadenas de estilos afectivos y de relación que a veces vienen sumergidos y que es necesario que se hagan visibles para poder cambiarlos o mejorarlo.

Se entiende por terapia familiar aquella modalidad de terapia centrada en la familia como objeto de intervención. El objetivo es fortalecer y dotar de recursos a la familia para que puedan actuar de manera colaborativa gracias a ello dirimir disputas y conflictos que puedan tener entre ellos o bien problemas propios de un único individuo.

La familia es entendida como elemento base en el desarrollo del ser humano, al representarse el elemento fundamental que permite que el infante adquiera un modelo respecto a cómo ver, actuar, relacionarse y comunicarse con el mundo. Se trata un elemento imprescindible a la hora de aprender aspectos emocionales y relacionales, con gran influencia en el desarrollo.

Se concibe que el problema interno de un individuo va antecedido por la presencia de conflictos interpersonales, los cuales al interiorizarse pueden provocar síntomas. Lo patológico se vincula a la no aceptación de nuevos roles en uno de los individuos, estando los roles y la comunicación en la base de la existencia de numerosas problemáticas mentales y sociales.

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Problemas comunes en la Familia

Comunicación

Uno de los problemas que surgen, ya sea en pareja como en la familia, está relacionado por la ausencia de comunicación entre las diferentes partes. A pesar de la convivencia, muchas veces uno de los miembros se siente afligido y no tiene la confianza para explicar sus sentimientos.

Problemas de pareja

Toma de decisiones

En muchos casos, el problema surge de las decisiones, ya sean rutinarias o de gran importancia. El conflicto surge ante la imposición de ciertas normas o decisiones sobre el resto de los miembros de la familia, pero también por la permisividad y exceso de libertad.

Problemas de conducta

Otra de las cuestiones que más suelen afectar a los miembros de una familia tiene que ver con la conducta de uno de sus miembros. Ya sea por problemas vinculados a la agresividad, la cual genera broncas e incluso violencia verbal o física, o a conductas inadecuadas, como podría ser el alcoholismo, queda claro que debilita la buena relación entre los miembros del núcleo familiar.

Problemas de dinero

En muchas familias, el dinero es una causa importante de los conflictos. Debido a que el dinero está presente en muchas de las decisiones que toma la familia, los conflictos por dinero también suelen ser frecuentes. Una consecuencia del mal manejo de este tema, es que quien gane más dinero en la pareja tiende a tener más poder en la relación. Es importante manejar la situación de tal forma que el dinero no sea una fuente de poder en las familias. El poder de decisión tiene que ser algo compartido, de lo contrario se incurre en relaciones desiguales que dan pie al abuso, el maltrato y otros tipos de violencia.

Sobreprotección

Cuando los padres sobreprotegen a sus hijos, en ese momento se entorpece la educación que se les quiere dar. La razón es que mediante la sobreprotección los padres le comunican constantemente a sus hijos de que no confían en sus capacidades. Al asumir las responsabilidades de sus hijos, al supervisarlos constantemente, al resolverle sus problemas, al cobijarlos excesivamente del frío, etc., los padres les transmiten a sus hijos constantemente que no confían en que puedan relacionarse adecuadamente con el mundo.  Por tanto, los niños que crecen con padres sobrerprotectores tienen dificultades para tomar decisiones, enfrentar frustraciones y carecen de la seguridad para tener una vida de éxito.

Crisis familiares

La existencia de problemas intrafamiliares que no pueden ser resueltos por los medios tradicionales han sido frecuentemente motivos de consulta para la terapia de familia. Una situación difícil, aspectos vinculados al ciclo vital como el nacimiento de hijos o la llegada de su emancipación, una muerte cuyo duelo no ha sido elaborado o algún conflicto latente entre sus miembros son ejemplos válidos.

Cambios en el seno familiar

De forma individual, puede ser muy difícil adaptarse a diferentes cambios. Desde mudarse a otra ciudad, perder el trabajo o desarrollar una enfermedad crónica, por ejemplo. Este tipo de cambios, también pueden afectar notablemente a la convivencia en familia. En otros casos, el cambio puede ser directo en la propia estructura familiar, como puede ser el divorcio o el fallecimiento de uno de ellos.

Problemas de adicciones

En el tratamiento de diversas adicciones e incluso de otros trastornos psicológicos puede ser de gran utilidad integrar a los familiares más cercanos, de manera que éstos puedan ayudar al sujeto a mantenerse alejado de estímulos que eliciten la respuesta del consumo. También pueden participar en hacer ver al sujeto la necesidad de continuar con el tratamiento y las ventajas de dejar de consumir, así como de reforzar las conductas que favorezcan su recuperación.

¿Tienen problemas familiares y no saben cómo resolverlos?

Nosotros podemos ayudarles. Contamos con un grupo de especialistas en terapia familiar para resolver los distintos conflictos que se presentan en las familias. No dudes en contactarnos. Trabajamos con los enfoques más eficaces para resolver los problemas frecuentes en la familia. Te invitamos  a conocer nuestros servicios. 

El divorcio y los hijos

La separación o el divorcio de los padres puede ser una experiencia muy dolorosa inclusive traumática para la familia. Tanto los esposos como los hijos experimentan mucho sufrimiento por los cambios que supone la ruptura de una relación. Es importante tener presentes varios puntos para que pueda haber un manejo adecuado de un divorcio o una separación, y evitar que las consecuencias repercutan durante años en los miembros de la familia.

En primer lugar es muy importante nunca perder de vista que tras un divorcio la familia permanece completa, desintegrada pero completa. Es decir, seguirá existiendo un padre, una madre y los hijos (dependerá del buen manejo de la situación para que se logre una convivencia armoniosa entre todos). Evidentemente ya no será lo mismo, es decir, la experiencia de una familia desintegrada no es la misma: lo que se pierde en primer lugar es la vivencia cotidiana con ambos padres. El trabajo de los padres tendrá que enfocarse en hace que los hijos logren vivir esta nueva forma de vida como la mejor opción para todos. ¿Por qué? Porque de lo contrario, si los padres no se esfuerzan en que los hijos acepten la nueva forma de vida (familia desintegrada), para los hijos será más difícil en el futuro dejar atrás los daños que recibieron en este momento, y aumentarán los riesgos de que los arrastren a la edad adulta. Es importante que los hijos confíen y asimilen que esta decisión que toman los padres es por el bien de todos. Y para que esto se consiga, es requisito que los padres también sean capaces por su parte de decirse a sí mismos que si se toma la decisión del divorcio, es por el bien de todos en la familia.

Tal vez el esposo pueda decir, pero la decisión no la tomo yo, ella ha sido quien ha querido el divorcio. Incluso en ese caso, hay que estar de acuerdo en que solo falta una persona para romper con la relación. Es decir, si la decisión de la persona es no continuar más, por desamor por ejemplo, con la relación, basta para que no tenga sentido continuar juntos.